Amadeo Martínez , que era el dueño de las canteras comenzó a trabajar el lugar, hasta donde llegaron noventa obreros que vivían allí junto a sus familias.
Según Cecilia Echaíz, propietaria actual, en ese tiempo la manera de extraer la roca era muy rudimentaria y por lo mismo, se cuenta que hubo bastantes accidentes de los obreros, ya que no contaban con ninguna protección: “cuando dinamitaban ellos se escondían en unas casitas de rocas”, comenta la actual propietaria, quien se ha dedicado a recopilar la historia de este lugar.
Bajo los cerros que rodean la cantera hay construidos cuatro túneles, los cuales servían para desviar las aguas, pero cuando dejó de funcionar la cantera se dejó de hacer esto y se empezó a llenar el vacío, formando la laguna que hoy aqui les muestro.
Según Cecilia Echaíz, propietaria actual, en ese tiempo la manera de extraer la roca era muy rudimentaria y por lo mismo, se cuenta que hubo bastantes accidentes de los obreros, ya que no contaban con ninguna protección: “cuando dinamitaban ellos se escondían en unas casitas de rocas”, comenta la actual propietaria, quien se ha dedicado a recopilar la historia de este lugar.
Bajo los cerros que rodean la cantera hay construidos cuatro túneles, los cuales servían para desviar las aguas, pero cuando dejó de funcionar la cantera se dejó de hacer esto y se empezó a llenar el vacío, formando la laguna que hoy aqui les muestro.
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